Los cazadores tratan de hacerse con la mayor parte posible, que deben repartirse entre todos los cazadores que han tomado parte. En cada turno, se mezclan las fichas en una bolsa y se roban. Cada ficha está impresa con un símbolo que muestra las partes del mamut a repartir. El reparto se hace durante el turno de cada jugador, estos pueden elegir entre coger cualquier número de fichas de las que se han sacado de la bolsa o bien considerar que otro de los jugadores ha sido demasiado codicioso, y coger sus fichas, devolviendo al menos una de ellas y así sucesivamente. De tal forma que la ronda se termina cuando el último jugador sin fichas decide coger todas las que quedaban por repartir, cada jugador tendrá una serie de fichas y se puntua.